24 de enero de 2009

Al final he reventado y he acabado discutiendo con mi hermano. Y no una discusión de esas en las que dices cuatro cosas y punto, si no una de las grandes… y todo por una tontería.

Todo por el maldito regalo de mi madre, se ha enfadado conmigo porque no le he dicho nada del regalo. Vale que el año pasado compráramos el regalo a medias, pero fue porque el me lo pidió. Si el no me dice nada del regalo pues yo voy y compro de mi parte lo que me de la gana. Joder, que ya es mayorcito para poder ir a comprar el regalo. Es mayor para ir a comprarse ropa, para salir por ahí, pero no es lo suficiente para comprarle el regalo a mi madre… Ya me bastó el año… que dice le compramos le regalo a medias, pero poco se complico la vida, ni dinero, ni opinión, ni nada… pero bien que después decía que no le parecía bien lo que le compré, pero eso si seguía siendo de los dos…

Lo peor de todo es que no hemos discutido solo por eso, sino que a raíz de esto han salido muchas cosas que tenía guardadas, y al final he explotado… Le he dicho todo lo que no le he ido diciendo estos días, y lo único que se lo ocurre contestarme es que son tonterías. A lo mejor para él son tonterías, y puede que si lo sean, pero esta bien una tontería al mes, o dos, incluso tres, pero no una tontería casi cada día… Que se piensa que cuando me levanto cada mañana, empiezo desde cero, no sigo acordándome de lo que pasó el día anterior. A lo mejor para él es así, a lo mejor puede discutir un día con alguien y al día siguiente estar con esa persona como si no hubiera pasado nada, pero yo no.

Y encima después le castigan por algo y la culpa es mía. Soy yo el que no cobra ni un duro por darle clases de repaso, soy yo el que le ayuda en sus estudios, para que, para que luego no estudie y suspenda los exámenes. Y encima después se enfada conmigo porque claro, a mí en la ESO me bastaba con estudiar el día antes, y aún así sacaba buenas notas, y nunca hacía deberes. Pero el no sabe, que para que te baste con estudiar el día antes has de atender en clase, o que para no tener que hacer deberes en casa, los haces en el tiempo que tienes en clase para eso. Pero no el solo ve lo que le interesa y después me toca a mí escuchar sus tonterías.

Y si no cuando empieza con el: “Es que Galdor a mi edad hacía tal y a mi no me dejáis”. Pues no se que será lo que hacía yo que no haga el ahora, ha tenido móvil antes que yo, le han dejado salir hasta más tarde que a mí,… Que se cree que por ser el hermano pequeño le dejan hacer menos cosas, y una mierda, todo hermano mayor sabrá que todo lo que uno hace con dieciséis el otro lo hace con catorce, vale que a lo mejor no sea tan exagerado. Pero en mi caso no me dejaban acostarme tarde hasta que entre en tercero de la ESO, y el ya lo hacía en primero. Y si no lo del pendiente, le digo yo a mi madre con quince años que quiero hacerme un pendiente y vamos… y el se lo hace y no tiene ningún problema…

Pero claro el no se da cuenta de eso, yo soy el hermano malo. El que siempre está en su contra y el que nunca hace nada por él. Al que solo viene cuando necesita algo, y yo como un tonto, le dejo…

Y encima me siento mal. Me siento mal por discutir con él, pero es que no puedo evitarlo parece que hace las cosas a propósito. He intentado por todos los medios llevarme bien con él, pero es imposible, y no es que no ponga de mi parte. Que necesita dinero pues se lo dejo, aun sabiendo que no volveré a ver el dinero, y no me importa… Que acaba tarde los entrenamientos del fútbol, quien es el tonto que va a buscarle para que no vuelva en bus, yo, el hermano gilipollas que pone todo de su parte y nunca recibe nada a cambio.

Quien es el que evita que mi madre se entere de todas las cosas que se supone que no tendría que hacer y hace, que se piensa que no se que cuando supuestamente se va a dormir a casa de alguien, sale de marcha… y aún así me callo. Cuantas veces le he ocultado a mi madre a donde he ido a buscarle para evitarle broncas. Porque eso sí, soy el tonto que va a buscarlo con el coche, para que el niño no tenga que esperar por el autobús… Soy yo el que le hace favores sin esperar nada a cambio.

Y se queja porque no le dejo la PSP, o porque no le dejo el portátil… Pero bien que coge la PSP cuando no estoy en casa, que se cree que soy tonto, si fuera un poco más listo se acordaría de cambiar la tarjeta de memoria para que no mediera cuenta, pero es que ni eso. Y el portátil, para que cojones quiere mi portátil, para poder estar conectado en el Messenger hasta las tantas, o para ver que coño tengo guardado, pues no es mi ordenador. Y encima me echa en cara que tengo el portátil protegido con contraseña, pero el no ve que en el ordenador que el utiliza su cuenta también tiene contraseña…


Vale, ya está se acabó de decir estupideces. Siento haberos hecho leer toda esta parrafada sin sentido, pero es que necesitaba soltarlo y no he encontrado otra manera.


Petons
See You Soon


PD. Siento haber usado según que palabras, pero la verdad es que no he podido evitarlo...

3 comentarios:

Arminius dijo...

Por lo menos, mi amigo, él ya sabe claramente en qué terrenos se encuentra. Eso, a la larga, le abrirá los ojos.

Como hermanos mayores, realmente somos algo así como el ensayo de prueba y error de nuestros padres (jaja... ¡¡en serio!!) Y con nuestros hermanos menores, pues ya tienen algo más de experiencia... Lástima que se encuentren con la sorpresa de que ellos no son como nosotros, y tengan que idear nuevas tácticas, jajaj... Y los menores, pues siempre son los más consentidos, jajaja.

Ponle un poco de distancia. Si te pide que lo cubras, hazlo un día sí, y otros dos no... si te pide la PSP, dásela un día, y tres no... algo así, dosifícalo. Si te pide ayuda, dásela; si te reclama, no lo ayudes una o dos ocasiones... A la larga, comenzará a respetar tu experiencia. Por lo general, apenas terminan su época de adolescentes recalcitrantes, el entendimiento entre ellos y nosotros mejora.

Incluso, si un día te sientes con ánimos, cuéntale algo sobre ti: Tu día, lo que te ocurrió en la Uni... su opinión sobre X cosa... Poco a poco lo vas a poder "domesticar", por decirlo de algún modo, jajaja. (Cuando menos, lo vas a confundir... "¿Galdor me detesta o me quiere?")

En realidad, aunque les cueste trabajo admitirlo, nos ven a los hermanos mayores como una suerte de modelos a seguir: Quieren ser como nosotros... Secretamente, nos admiran; aunque en el mundo real, nos hagan la vida imposible.

Es cuestión de paciencia, tiempo y algo de "domesticación"... jeje. Mucha suerte con tu hermano. Zai jian!! ;)

--Arminius, aprendiz de chino.

Galdor dijo...

Arminius Advocatus: si le cuento a mi hermano como me ha ido el día en la universidad, me interna en el psquiátrico. Bueno no tanto como eso, pero es que somos MUY diferentes, y suele pensar que la mitad de las cosas que hago son lociuras... pero bueno... como dices tendré que 'domesticarlo'. Y lo que dices es tiene que ser verdad debe admirarme porque si no no encuentro otro motivo... Gracias y un petó!

Charlieindio dijo...

y los hermanos y más chicos casi tdos son así, tendras q tenerle paciencia o ponerle de una vez por tdas las cosas como son, o sea bien claras.
Un abrazzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzo
Bs As Argentina