25 de noviembre de 2009

¡!

Hola!

Ayer me mosqueé mucho y lo raro es que no reventará, porque entre la dichosa compañera de grupo, las máquinas del metro que todas me tienen tirria y el puñetero camarero acabé hasta los mismísimos. Aunque vamos todo viene porque de buena mañana me encontré con la dichosa compañera y me preguntó que si teníamos que quedar para acabar el trabajo (a un día de la entrega) y cuando le digo que no hacía falta que ya lo habíamos acabado coge y dice que vale y pasa a otro tema. Y eso me dio mucha rabia porque encima que no hace nada, al menos que se preocupe un poco, que demuestre algo de interés. Al final le dije que luego por la tarde-noche cuando llegase a casa le mandaría el trabajo, todo porque el otro compañero me dijo que se lo dijese porque si es por mi la mando a donde yo me sé.

Después de eso, me la vuelvo a encontrar en clase y después de una conversación sobre un tema irrelevante (en la que por supuesto no llevaba la razón, pero claro ella tenía que llevarla porque si) me recuerda que le pase el trabajo porque ha mirado y no se lo había enviado. Y yo que ya estaba un “poco” mosqueado le contesté de buenas maneras que ya le había dicho que se lo enviaría por la noche. Todavía sigo sin saber como le contesté del tal manera. Porque el otro compañero, que me conoce un poco más, se esperaba una mala contestación, pero bueno… Eso si, tuve que irme de donde estaba ella porque sino si que acabábamos discutiendo.

Y se acabó me voy a poner con otro trabajo que tengo que hacer, que he subido a la universidad para hacerlo y menos eso estoy haciendo cualquier cosa…

Besos!

23 de noviembre de 2009

:)

Hola!

Hoy, por raro que parezca, me he levantado con mucha energía, demasiado diría yo. Digo raro, porque me he pasado tres noches extrañando mi cama (eso de dormir en un colchón que tiene más años que yo, no tiene que ser bueno… más de veinte son muchos años para un colchón), pero bueno a lo que iba. Tres noches durmiendo mal y una en casa que solo habré dormido dos horitas.

La verdad es que el exceso de energía me venía bien, tengo mil cosas por hacer, haber perdido cuatro días es lo peor que podía pasar, pero bueno son cosas que pasan. El problema de esto es que con el exceso de energía venía un poco de mal humor (yo digo un poco, pero los que lo han sufrido dirían que mucho…). Pero que queréis que os diga, que se jodan. Más que nada porque no es mi culpa que llegue más de media hora tarde uno y la otra no aparezca, y lo peor es que no se les ocurre avisar. Así que entre que venía el primero me he puesto a hacer otras cosas de las que tengo que hacer, pero vamos que al final no he hecho nada, porque necesitaba conectarme a internet y no se que se ha desconfigurado en mi portátil que ahora no se conecta al wifi de la universidad.


Al final, después de varias discusiones (más por mi parte que por la de mi compañero) hemos conseguido acabar el trabajo (que tenemos que entregar en dos días) ahora solo queda revisarlo. Lo peor, y lo que conseguirá sacarme de quicio, es que la mujer que hace el trabajo con nosotros, mejor dicho, que se supone que hace el trabajo con nosotros (porque hacer no ha hecho nada) vendrá luego con mil preguntas sobre el motivo de haber hecho las cosas de cierta manera y no de otra, y ya no solo preguntas sino quejas. Así que mañana posiblemente hayan gritos, más que nada porque la mujer tiende a elevar la voz, y a mi, menos mi madre, nadie me grita.

Besos!

4 de noviembre de 2009

...

Hola!

Hacía mucho tiempo que no pasaba por aquí, no se cuanto, y prefiero no saberlo. Pero bueno, lo importante (o eso creo) es que ya estoy otra vez por aquí. Por pereza, por falta de tiempo y por tener mil cosas en la cabeza dejé de escribir, pero me he dado cuenta de que si el poco tiempo que tengo libre no lo invierto en intentar sacar algo de la cabeza o en hacer algo más productivo que estar tirado en la cama mirando el techo (aunque esto último a veces me parece productivo, y tampoco es que lo haga tanto tiempo… entre una cosa y otra tengo muy poco tiempo libre).

Pero bueno, visto está que o empiezo a sacar cosas de la cabeza o acabaré como un cabra, que más que un joven a punto de cumplir veinte años parezco un niño a punto de cumplir diez.

Tampoco es que tenga cosas muy interesantes que contar (aunque bueno, todo depende de cómo se mire), más que nada porque me paso casi todo el día en la universidad (y no exagero). Aunque bueno alguna anécdota graciosa si que podría contar, como por ejemplo, perderse por Madrid (más bien en las afueras) y tener que caminar tres cuartos de hora sin saber exactamente si seguíamos el camino correcto… aunque ahora me hace gracia, pero el otro día no tanta…

Y nada más, espero volver a coger la costumbre y escribir más de vez en cuando, porque eso de todos los días lo veo muy complicado con tanto trabajo y tanta práctica, pero bueno se intentará.

Xitos!