25 de noviembre de 2009

¡!

Hola!

Ayer me mosqueé mucho y lo raro es que no reventará, porque entre la dichosa compañera de grupo, las máquinas del metro que todas me tienen tirria y el puñetero camarero acabé hasta los mismísimos. Aunque vamos todo viene porque de buena mañana me encontré con la dichosa compañera y me preguntó que si teníamos que quedar para acabar el trabajo (a un día de la entrega) y cuando le digo que no hacía falta que ya lo habíamos acabado coge y dice que vale y pasa a otro tema. Y eso me dio mucha rabia porque encima que no hace nada, al menos que se preocupe un poco, que demuestre algo de interés. Al final le dije que luego por la tarde-noche cuando llegase a casa le mandaría el trabajo, todo porque el otro compañero me dijo que se lo dijese porque si es por mi la mando a donde yo me sé.

Después de eso, me la vuelvo a encontrar en clase y después de una conversación sobre un tema irrelevante (en la que por supuesto no llevaba la razón, pero claro ella tenía que llevarla porque si) me recuerda que le pase el trabajo porque ha mirado y no se lo había enviado. Y yo que ya estaba un “poco” mosqueado le contesté de buenas maneras que ya le había dicho que se lo enviaría por la noche. Todavía sigo sin saber como le contesté del tal manera. Porque el otro compañero, que me conoce un poco más, se esperaba una mala contestación, pero bueno… Eso si, tuve que irme de donde estaba ella porque sino si que acabábamos discutiendo.

Y se acabó me voy a poner con otro trabajo que tengo que hacer, que he subido a la universidad para hacerlo y menos eso estoy haciendo cualquier cosa…

Besos!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que cara mas dura que tienen determinadas personas. Y encima con exigencias. Menos mal que te contuviste porque la verdad es que no merece la pena mosquearse y pasar un mal rato. A respirar hondo y A relajarse.

Un besito cielo