1 de diciembre de 2009

buff...

Antes que nada, lo siento, parece que solo escribo para quejarme, pero como tengo ganas de hacerlo y no tengo otra manera de hacerlo… Pero bueno, si no lo digo reviento.

Porque la verdad es que tengo un par de compañeras que consiguen sacarme de mis casillas hasta el punto de que les pegaría cuatro gritos y las mandaría donde se merecen. Porque que queréis que os diga, sinceramente poco me importa (más bien nada) como les tratan los hombres de su familia. Estoy hasta los cojones de que los hombres seamos los culpables de todos sus maleas y me mareen la cabeza con sus tonterías, y más cuando estas tienen fácil solución. Pero claro, no les digas que en parte ellas tienen la culpa, que entonces te comen… Es que en que cabeza cabe tener que dejar de ir a clase para ir a casa para hacerle la comida a un hermano porque sino no come. Mira, si con más de veinte años no es capaz de hacerse la comida, que se joda…

Y bueno, cambiando de tema, ya ha llegado el invierno. ¡Ya era hora! El problema es que hemos pasado de ir en manga corta a tener que ir bien abrigados, que de mañana no pasa que busque los guantes, que hoy casi ni sentía las manos…

Besos!

PD. Por si alguien se pregunta si soy masoquista o algo parecido, por eso de seguir juntándome con esas compañeras… solo decir que si lo hago es porque no me queda más remedio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pues si tus compañeras hace eso, son unas gilipollas y sus madres más. Vamos, iba yo a tener que hacer venir a mi hermana para hacerme la comida, jajaja... pero si desde los 14 o 15 años me hacía yo los desayunos... en fin, gente para to.

Y les harán tbm las camas, no?

Un beso cielo y no te apures si tienes que gritar en el blog, que aquí estamos para escucharte.

MUACH